Como parte de la nueva imagen de la cadena, se decidió intervenir la sucursal matriz, destacada por ser una antigua construcción de piedra y cantera.
El nuevo programa contempla un área de barra y dos zonas de comensales. Para ello, se optó por despejar el espacio de estructuras añadidas, conservando los salones en su forma original y adaptándose a un nuevo esquema funcional. La propuesta de diseño interior integra un juego de pisos y materiales metálicos que conviven armoniosamente con un olivo situado en el centro del salón principal.